Según el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, DSM 5 (APA, 2013) para que se dé un trastorno por estrés postraumático es preciso que haya un suceso que implique (criterio A) exposición a la muerte, lesión grave o violencia sexual, ya sea real o en forma de amenaza, propias o de alguien muy allegado.
Para recibir este diagnóstico (el de estrés postraumático), una persona tiene que haber estado expuesta a un suceso traumático que incluya componentes que pongan en riesgo la vida, y su respuesta debe ser de niedo intenso, impotencia y terror.
Se trata de un cuadro clínico que aparece en personas que han sido víctimas de accidentes (incendios, accidentes de tráfico, etc.), de catástrofes (terremotos, huracanes, etc.) o de agresiones causadas por otras personas (secuestros, maltrato familiar, abusos sexuales y violaciones, etc.).
La mayoría de las personas expuestas a un suceso que puede producir estrés postraumático se pueden recuperar con el passo del tiempo. Sin embargo, algunas personas pueden experimentar síntomas de estrés postraumático, que si no se tratan, puede desembocar en una alteración psicológica seria. El estrés postraumático se caracteriza por la reexperimentación de síntomas que incluyen: sueños recurrentes del suceso, angustia intensa en caso de exposición a situaciones similares al suceso, reactividad fisiológica a indicios que recuerden el suceso.
Para recibir un diagnóstico de trastorno por estrés postraumático, todos estos síntomas tienen que experimentarse durante un mes por lo menos. Si la duración de los síntomas es inferior a 3 meses, el estrés postraumático, es considerado agudo y si los síntomas se alargan más de 3 meses se considera crónico. Hay ocasiones, en que los síntomas aparecen meses o años después de la exposición al acontecimiento traumático, con lo cual, estaríamos ante un trastorno de estrés postraumático de un inicio retardado. Como siempre recomendamos, cuanto antes se ponga en contacto con un Psicólogo colegiado experto en estrés postraumático, será mejor de cara al diagnóstico y tratamiento.
La terapia cognitivo-conductual para el tratamiento del estrés postraunático abarca algunas técnicas diferentes que pueden ser muy útiles en su tratamiento.
«Una mente no puede entenderse sin la cultura»
– Lev Vygostky –
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