La formación de la identidad se va ejecutando a lo largo de toda la vida aunque toma mucha importancia en la adolescencia y se va iniciando en la niñez.
Según Erikson, la identidad implica definir quién eres, qué direcciones deseas seguir en la vida y qué valoras de ella.
Una crisis de identidad es una etapa de grandes dudas acerca de uno mismo, dudas sobre quién eres realmente. Estas dudas suelen ir acompañadas de sentimientos de soledad y de vacío. El período de duración puede ser de meses e incluso años. También pueden existir crisis de identidad tras perder a un ser querido (un familiar, un amigo, etc.)
Algunos de los síntomas de una crisis de identidad son:
Sentimiento de vacío, desorientación, ansiedad, inseguridad, tristeza, fatiga general, etc.
Entre las causas más importantes que pueden provocar una crisis de identidad están las siguientes:
Etapa adolescente. En esta etapa, las personas experimentan grandes cambios tanto físicos como psicológicos.
Cambios bruscos en la vida. Cuando las personas se tienen que enfrentar a cambios que no esperaban en su vida, como por ejemplo: un divorcio, la pérdida de un ser querido (familiar, amigo, etc.)
Períodos de crisis emocional. Cuando la persona experimenta períodos de sentimientos de vacío y de dudas sobre sí misma. Cuando se da cuenta de que el trabajo elegido o los estudios elegidos no le gustan.
Los deportistas de élite son uno de los grupos profesionales que pueden padecer los problemas que conllevan las crisis de identidad.
Son personas que se retiran a una edad muy temprana (algunos antes de los 35 años), en comparación al resto de la población.
En general, a los deportistas, no les enseñan a prepararse para el momento de la retirada. Su adaptación a la vida después del deporte será mejor cuando cuentan con apoyo familiar y social, con alternativas laborales. Es importante ayudar a estos deportistas a realizar una buena planificación de su vida una vez se hayan retirado. Por todo esto es recomendable que mientras dura su carrera deportiva se vayan preparando para su retirada.
Por otra parte, el trabajo en algunos de los siguientes puntos puede ayudarte a superar una crisis de identidad:
Aumenta la confianza en tí mismo.
Acepta los cambios.
Ten muy claro lo que te motiva.
«Nunca te enseñaron cómo hablar con tus gestos, pero sí fuiste enseñado a hablar con palabras» (Paul Ekman)
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