Las técnicas de estudio son una serie de estrategias y herramientas útiles para aprender y poder sacar mejores notas con menos esfuerzo.
Con el estudio, tenemos que organizar el tiempo, esto requiere aprender a establecer prioridades, conocer y planificar de forma exhaustiva y ordenada las actividades.
En el estudio, el método incluirá los pasos necesarios para alcanzar el aprendizaje de la materia o materias que tengamos que estudiar.
En cuanto a la forma de abordar el aprendizaje, existen algunos factores que, en opinión de la mayoría de autores, son positivos a la hora de ponerse a estudiar. Estos son algunos:
La motivación. Hay mayores probabilidades de que usted consiga aprender algo si necesita o desea hacerlo.
Intereses. Si usted considera que algo está relacionado con sus intereses, su motivación se verá reforzada.
Poner manos a la obra. Los estudiantes confiesan que les cuesta reiniciar el trabajo cuando se disponen a estudiar por su cuenta. Piense en los objetivos que le permitirá alcanzar la tarea que se dispone a efectuar y concédase el tiempo suficiente para sentirse interesado y motivado por el objetivo de estudio.
La concentración. El estudiante apático, con bajo nivel de esfuerzo, aburrido y acostumbrado a aplazar las cosas para el último día, es incapaz de lograr concentración en el estudio, porque le falta tensión interna. Por tanto, la concentración implica el mantenimiento de la atención sobre el mismo estímulo o conjunto de estímulos. Es fácil de alcanzar cuando el estímulo resulta atractivo para el individuo. De ahí la importancia de hacer del estudio algo que nos atraiga, evitando así que la mente vuele hacia temas ajenos al mismo.
En el tema de sacarle el máximo partido al estudio, el secreto está en tener un buen método. Lo que realmete importa es aprovechar de forma racional el esfuerzo, sacándole el máximo partido posible.
«Si soy lo que tengo y lo que tengo lo pierdo. ¿Quién soy?»
– Erich Fromm –
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